GOBIERNO INVESTIGA A EMPRESA PROPIETARIA DE HIDROAYSÉN POR EVENTUAL DAÑO AMBIENTAL A GEYSERS DEL TATIO

• La italiana Enel controla la Empresa Nacional de Geotermia.
• Exploraciones en la turística zona de los geysers, con el objeto de generar energía geotérmica, generaron la semana pasada una fuga de vapor de unos 100 metros de alto que se mantiene hasta hoy, por lo cual arriesga demanda de alcaldes, empresarios turísticos y comunidades indígenas.
  

Aunque es dable pensar que sólo indirectamente les pueda alcanzar la polémica, seguramente en HidroAysén no están muy agradados con los problemas que está viviendo la Empresa Nacional de Geotermia (ENG) en la zona de los geysers del Tatio, donde hace más de 10 días una gigantesca columna de vapor de 100 metros producto de trabajos de exploración de la compañía mantiene preocupados a sus habitantes por los impactos ambientales y económicos que podría generar un descalabro ecológico en este turístico territorio.

Esto porque HidroAysén pertenece en un 51 por ciento a Endesa Chile, que a su vez es controlada en un 60 % por Enersis. Esta última es propiedad en un 61 % de Endesa España, matriz empresarial cuya dueña en un 92 % es la eléctrica italiana Enel, la misma compañía que posee el 51 % de las acciones de ENG (en sociedad con Enap) y que hoy por hoy se encuentra en el ojo del huracán por los problemas en el altiplano chileno.

El tema no es menor, considerando que el Comité Operativo de Fiscalización de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de Antofagasta junto a Sernageomin están en pleno proceso de elaboración de informes que den cuenta del eventual daño ambiental que se habría producido en el sector por obras aprobadas por resolución de calificación ambiental con el objeto de realizar perforaciones profundas para verificar la factibilidad técnica y económica de generar energía eléctrica a partir de los recursos geotérmicos existentes.



Comunidad Indignada

Desde que se conoció el hecho, la madrugada del sábado 12 de septiembre, diversas reacciones se han generado en la comunidad.

La ex alcaldesa de San Pedro de Atacama, la arqueóloga Ana María Barón hizo saber a la prensa local su desazón por lo ocurrido, concluyendo que el atractivo turístico de la zona "ya lo destruyeron” y que se trataría de “una catástrofe ecológica, no solamente se está destruyendo el entorno, la fauna del sector también resultará dañada. Esto es un exterminio, no se puede llamar de otra manera".

Para los próximos días se están organizando diversas manifestaciones de repudio por comunidades originarias y operadores turísticos, en tanto que el alcalde de Calama, Esteban Velásquez, informó que recurriría a la Justicia para que se determinen las responsabilidades frente a esta situación. “Lo dijimos en más de una ocasión, nadie puede garantizar que no haya daño patrimonial arqueológico natural, cuando se explora un sitio que para nosotros tiene una belleza incomparable y que ésa debió ser la gran empresa, explorarlo como un centro turístico. No ocurrió y estamos preocupados, porque las consecuencias al parecer son bastante negativas y nefastas, Y estamos recién en la exploración. Esto es lo más suave. Nos oponemos a que se intervenga" han sido las palabras del edil.

Sobre la relación de este hecho con los trabajos que hoy realiza HidroAysén en la región, el coordinador de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann, llamó la atención sobre “los problemas que generan estas intervenciones en zonas de alto valor patrimonial, cultural y ambiental, que a veces son respaldadas incluso por las instituciones públicas, como en este caso en que se contaba con resolución de calificación ambiental favorable, pero que de todas formas significan un daño irreparable. No queremos que ocurra lo mismo en Aysén, porque después ¿de qué nos servirá reclamar?”, puntualizando que la sustentabilidad de las inversiones “no debe ser visto sólo como un tema de tecnología, se relaciona también con la magnitud de la intervención, la localización de ésta, la vocación territorial del lugar, el desarrollo económico local, es decir, una serie de variables que muchas veces las empresas no consideran al estar fundamentalmente preocupadas del aspecto económico”.