Hartmann, cuya organización forma parte del Consejo de Defensa de la Patagonia que impulsa la Campaña Patagonia sin Represas, expresó que para evitar situaciones como ésta en el futuro “se deben tomar medidas de fondo, y eso es implementar una gran matriz energética, algo así como la internet de la energía, que termine con el estado actual donde existen unos poco mega generadores (que ganan miles de millones de dólares con el control de la energía) y pasemos a tener cientos, miles, millones de productores de electricidad a todo nivel y de todos los tamaños, generando las sinergias necesarias para que el sistema opere óptimamente. Eso ya ocurre en países como Alemania y Suiza, y hoy se está desarrollando fuertemente en Gran Bretaña, donde se cuenta con , sistemas híbridos con grandes productores pero también con muchos pequeños, que generan y aportan desde los más diversos tipos de fuentes. Así por ejemplo muchas familias venden al sistema en ciertos momentos la electricidad que les sobra. Eso ya es posible”.
Indicó que tanto el terremoto como el apagón generalizado “demuestran lo que venimos diciendo en todos estos años. Que no es sustentable aumentar la dependencia de gran parte del país con respecto a una sola fuente de generación como la hidroelectricidad mayor y menos aún mediante una línea de alta tensión de más de 2000 kilómetros que multiplicaría la actual vulnerabilidad del sistema, a la vez que sería un error geopolítico de proporciones”, en directa alusión a los proyectos de represas que Endesa y Colbún (HidroAysén) y Xstrata Copper (Energía Austral) quieren desarrollar en la Región de Aysén para inyectar electricidad al SIC en Santiago.
Problemas con embalses y relaves
Ahondando en las consecuencias del terremoto, Peter Hartmann expresó que los riesgos de la construcción de mega infraestructuras quedan cada día demostrados, más aún en un país altamente sísmico y volcánico como el nuestro. “Poco se ha sabido sobre el desborde del canal de devolución de aguas de la central Colbún-Machicura la noche del viernes 12 de marzo, donde 12 familias quedaron damnificadas producto de un socavón que se produjo por los constantes movimientos de los últimos días” recordó.
Agregó que tampoco se ha informado en plenitud sobre la muerte de 4 personas el mismo día del terremoto a raíz del relave de una empresa minera que colapsó con el movimiento telúrico, generando un alud y contaminación en la zona de Pencahue.
“La catástrofe que ha ocurrido en Chile debe ser una oportunidad para sacar las mejores lecciones para construir un país mucho más sustentable, justo y equitativo. Lamentablemente hemos visto una vez más que los principales afectados son los más pobres, sometidos a la inequidad de un modelo de desarrollo mal concebido” expresó, al tiempo que recordó que es paradójico ver que en la zona centro sur, donde desde siempre existieron las mejores condiciones para subsistir, “cuando se produce esta emergencia la gente no tiene agua, alimento, energía. Y eso ocurre precisamente porque la biodiversidad ha sido arrasada, el agua contaminada, los ecosistemas destruidos”. A esto se agregó la trágica anécdota de que “en la mañana del lunes, a metros de las represas de Endesa en el Alto Bío Bío, aún no recuperaban la electricidad. Es un patético síntoma más de nuestro centralismo”.
Por último, hizo un llamado a las nuevas autoridades “a tener la voluntad política de transformar Chile en un país descentralizado y realmente sustentable, a nivel ambiental, social y económico, y no como el actual que demuestra que tal nivel de centralización y dependencia no es la mejor apuesta que podemos hacer para el futuro. Privilegiemos el desarrollo energético del país, no el negocio de unos pocos”.
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