El dirigente explicó que el complejo pie en que queda la Conama regional “se suma a la serie de irregularidades que se han dado en la evaluación del EIA de HidroAysén, donde se tomaron decisiones bajo presiones políticas y no considerando las críticas observaciones técnicas de los órganos del Estado con competencia ambiental”.
Hartmann indicó que “son conocidas las presiones de algunas autoridades de Gobierno, cuales lobbystas de HidroAysén, bajo las que tuvo que actuar el director saliente de la Conama, quien así se convierte en el fusible de pésimas decisiones –como el permitir que la empresa responda las observaciones cuando los servicios apuntaban al rechazo- que han puesto en entredicho la institucionalidad ambiental y están hipotecando nuestra región”.
Por su parte, Miriam Chible, presidenta de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, organización también miembro de la Coalición ARV y del Consejo de Defensa de la Patagonia, expresó que “el problema actual no es con los servicios públicos competentes, que han hecho un excelente trabajo técnico resistiendo incluso presiones de todo tipo, sino con la autoridad política regional que ha realizado un notorio y grosero intervencionismo. Esperemos que en este caso el nuevo director sea alguien de alto nivel técnico y que esté a la altura de los desafíos que enfrenta la región. Lo peor sería que instalen en ese puesto a un operador y fast tracker de las trasnacionales”.
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