ÉTICA DE LA SUSTENTABILIDAD COMO EJE DEL HACER COLECTIVO EN LA PATAGONIA

• Resultado de talleres en Puerto Aysén, Coyhaique, Cochrane, Chile Chico, Futaleufú y Punta Arenas.

“Construyendo Liderazgo Ético en la Patagonia” fue el nombre escogido para realizar en seis ciudades de la zona austral de Chile talleres en los cuales dirigentes sociales y comunitarios reflexionaran sobre los desafíos éticos de sus comunidades bajo el prisma de la Carta de la Tierra y la visión del teólogo brasileño Leonardo Boff, quien en 2008 visitó la Región de Aysén. Fue más de un centenar de hombres y mujeres de Puerto Aysén (7 de noviembre), Coyhaique (8), Cochrane (9), Chile Chico (10), Futaleufú (13) y Punta Arenas (17) que al término de cada encuentro suscribieron la carta ética de su localidad, todas las que serán integradas en un documento propuesta que se hará circular a nivel de las organizaciones de la provincia de Palena (Región de los Lagos), y las regiones de Aysén y Magallanes para ir construyendo una Carta Ética de la Patagonia.

“La situación actual que vive nuestro territorio, con el intento de avanzar en un proceso de industrialización altamente extractivo como el que ya se ha vivido desde Puerto Montt al norte de Chile, nos hizo pensar en la necesidad de que sus habitantes, principalmente líderes de las organizaciones sociales, se fortalezcan en los principios y valores asociados a la sustentabilidad” explicó Patricio Segura, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (Codesa), organización que ejecutó el proyecto en conjunto con la Agrupación Aguas Libres de Futaleufú, la Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia de Cochrane, la Organización para la Participación Promoción y Acción Ciudadana de Punta Arenas y la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Aysén. El financiamiento provino del Fondo Concursable 2009 de Asociatividad para Organizaciones de Interés Público de la División de Organizaciones Sociales del Ministerio Secretaría General de Gobierno.

Sobre la base de los principios de la Carta de la Tierra (“Respeto y cuidado de la vida”, “Integridad ecológica”, “Justicia social y económica” y “Democracia, no violencia y paz”) los participantes identificaron qué situaciones representaban las disyuntivas éticas más cercanas a sus comunidades, plasmando su análisis en un documento suscrito por todos los presentes. “La idea fue facilitar la vinculación entre los valores que estimamos deben guiar nuestro actuar y las acciones que concretamente realizamos, ya que mediante esta reflexión se aporta a la coherencia entre el pensar y el hacer” expresó el presidente de Codesa. En la Región de Aysén el equipo estuvo compuesto por el ecólogo y presidente de la Fundación Ética en los Bosques, Bernardo Reyes y la coordinadora de la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Aysén Flor Quiroz, sumándose en Chile Chico, Cochrane y Futaleufú la socióloga Verónica Venegas. En Punta Arenas el trabajo fue realizado por Patricio Segura y Flor Quiroz.

Los organizadores destacaron el nivel de compromiso que existe en las localidades de la Patagonia por construir sociedades sustentables “y la capacidad de la gente de participar y querer protagonizar los cambios, a pesar de que nuestro modelo de desarrollo más que avanzar hacia la responsabilidad ambiental y social fomenta el individualismo y tiene el consumo como su eje principal”.



ALGUNAS PROPUESTAS

En Puerto Aysén uno de los compromisos fue “priorizar el cuidado del agua, transformando el agua como un bien de dominio público”.

En Coyhaique se abordó con fuerza “prevenir la vulnerabilidad de las poblaciones, mediante un ordenamiento territorial participativo y democrático”.

En Cochrane se estipuló que “la comunidad necesita reconocer su territorio y sus ecosistemas para su defensa”.

En Chile Chico uno de los puntos fue “proteger y recuperar las tradiciones y la cultura de la Patagonia, como fuente de conocimiento nuestras raíces”.

En Futaleufú los participantes relevaron la necesidad de hacer un “uso consciente de los recursos, y en especial cuidar y proteger el agua”.

Y por último en Punta Arenas se plasmó la pertinencia de “cuidar y proteger las reservas de agua, carbón, gas, biósfera marina”.

Fueron éstos sólo algunos de los principios que cada comunidad incluyó en su respectiva carta ética, como un aporte a la discusión sobre los valores de los habitantes de la Patagonia, y que deben guiar su actuar.